domingo, 27 de enero de 2019

Por qué el cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día



Abraza a tu hijo varias veces al día para que pueda crecer sano

Necesitamos abrazos. Más de lo que imaginas. A menudo pasan los días y la vorágine del tiempo nos absorbe por completo. Y pasan las horas y pasa el día y no llegan los abrazos. Tampoco para nuestro hijo. Las clases, las actividades extraescolares. ¿Le diste algún abrazo hoy? Los abrazos, como sorbitos de la mejor medicina, llegan directamente al cerebro. ¿Sabes cuántos abrazos necesitaría tu hijo para fortalecer su cerebro? ¿Uno?¿Dos? ¡12! Te explicamos por qué el cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día.

Por qué un niño necesita 12 abrazos al día


La razón de por qué el cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día

Sí, se puede vivir sin abrazos. No es que el abrazo sea indispensable para seguir respirando. Tampoco lo son los besos ni las caricias. Pero.. ¿imaginas una vida sin todos ellos?
Los abrazos, sí, los abrazos, son indispensables para la otra salud, la salud mental y emocional. La ciencia consiguió demostrar su enorme poder sobre el cerebro. El abrazo consigue liberar hormonas que producen bienestar. Pero, ¿cuál debe ser la dosis de esta eficaz medicina? ¿Cuántos abrazos al día necesitamos?
La conocida psicoterapeuta estadounidense Virginia Satir, afirmó: “necesitamos cuatro abrazos diarios para sobrevivir. Ocho abrazos diarios para mantenernos y doce abrazos diarios para crecer”. Puesto que los niños están en continuo crecimiento, está claro que un niño necesita 12 abrazos al día.
Los abrazos aportan a tu hijo estabilidad emocional y mejoran sus salud mental. ¿Cómo? Analizamos cómo afecta a nivel físico y emocional un abrazo a nuestros hijos:

1. Activan los receptores de la piel y aportan serenidad: El primer contacto del abrazo es con la piel. Automáticamente se activan los receptores de la dermis conocidos con el nombre de corpúsculos de Pacini. La presión sobre estos receptores estimula el nervio vago, conectado con el cerebro y encargado entre otras cosas de regular la presión sanguínea. Es decir, que la suave presión de un abrazo consigue regular la presión arterial y calmar a quien está nervioso o sufre estrés.

2. Libera dopamina, la hormona del placer: Los abrazos liberan un neurotransmisor (un mensajero químico del cerebro) llamado dopamina, que ejerce un gran poder de alivio contra el estrés. La dopamina también se le conoce como la 'hormona del placer'. También está relacionada con la creatividad y la capacidad de relacionarse o sociabilizar con los demás. 

3. Libera oxitocina, la hormona del amor: Una de las hormonas que entra en juego mediante los abrazos es la oxitocina, sí, esa hormona tan importante durante el parto y nacimiento de un bebé. La oxitocina se la conoce como 'la hormona del amor'. Responsable de generar confianza hacia una persona.

4. Reduce el nivel de cortisol en sangre: El cortisol se relaciona con los niveles de estrés. Evidentemente, nadie quiere tener índices altos de cortisol. Un estudio del Advanced Telecommunications Research Institute International de Kioto consiguió demostrar que los abrazos reducen de forma inmediata los índices de cortisol en sangre. 

Qué siente un niño cuando le abrazan
¿Recuerdas qué sentías durante tu infancia cuando alguien te abrazaba? Tal vez una mezcla de todas estas sensaciones. Es lo que siente un niño cuando le abrazan (también válido para los adultos): 
- Se siente querido.
- Siente fortaleza.
- Siente seguridad.
- Mejora su autoestima.
- Siente felicidad.

Sin duda, tenemos muchísimas razones para abrazar a nuestro hijo no una vez, sino varias veces al día. Reserva algunos segundos, no necesitas mucho tiempo. Y no dejes que pase un un sólo día sin darle un abrazo fuerte y amoroso. 






jueves, 3 de enero de 2019

CÓMO PREPARAR LA NOCHE DE REYES CON LOS NIÑOS

Desde la página de Imaginarium, nos dan algunos consejitos para que el día de Reyes sea de lo más especial. 

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La noche de Reyes es una de las más especiales del año, así que desde Imaginarium te damos unos consejitos para que tus hijos no la olviden.

Pasar todo un año portándose bien y haciéndoselo saber a los pajes de los Reyes Magos de Oriente puede ser duro, pero se ve recompensado tras la noche mágica de cada 5 de enero.

Es un gran evento, de esos que se esperan con nervios e incluso ansiedad; al fin y al cabo, quizás el cumpleaños sea la única fecha a la altura de un acontecimiento como este.

Los Reyes Magos llegarán por la noche, mientras todo el mundo duerme plácidamente, y seguro que será la voz entusiasmada de nuestros hijos lo que acabará por despertarnos, más pronto que tarde. Todo esto ya lo sabes, pero ¿cómo puedes prepararlo todo de forma que sea aún mejor?


·      Levantarse temprano y hacer algo especial la víspera del día de Reyes. Una buena idea puede ser preparar tu propio roscón de Reyes caseroEstar activos desde primera hora les ayudará a dormir mejor por la noche, de forma que los Reyes Magos puedan llegar tranquilamente durante su sueño.

·      Preparad juntos el rinconcito para los Reyes Magos, con dulces y agua para los camellos. Verás como les hace mucha ilusión.

·      Esa tarde de Reyes, gente de todas las edades se reúne a lo largo del recorrido de las cabalgatas de Reyes para vivir con ilusión las últimas horas antes de la gran noche. Ponte un buen abrigo y lánzate con tu familia a la calle, ¡que el tiempo no te impida disfrutar de estos momentos!

·      Antes de ir a dormir cuéntales a tus hijos algún cuento relacionado con los Reyes Magos o alguna vivencia personal. Verás cómo sus ojos se iluminan por la emoción, al mismo tiempo que consigues relajarles para que duerman tranquilos

·      Durante la noche deberás dejar señales para que tus hijos vean que los Reyes Magos han pasado por casa, como dejar medio vacíos los vasos y platos que habéis preparado. También puedes cambiar algunos objetos de sitio, dejar prendas de vestimentas reales o marcar las huellas de sus pisadas por la casa.

·      Prepara una carta de los Reyes Magos en respuesta a la que les enviasteis. En esa carta, los Reyes pueden comentar cosas a tus hijos sobre su comportamiento, con recomendaciones sobre cosas en las que deberían mejorar y otras de las que estar orgullosos. Pero también es una oportunidad perfecta para explicarles por qué alguno de los regalos que pidieron no ha podido ser entregado. Tus hijos se emocionarán por la mera respuesta que les dedican estos tres ocupados Reyes aunque, eso sí, ¡escríbesela a ordenador o reconocerá tu letra!

miércoles, 2 de enero de 2019

Consejos para no invertir las letras

Muchos niños pueden confundir e invertir algunas letras por su semejanza. Algunos ejemplos de estas confusiones son con las letras “d” y “b”, o “p” y “q” o incluso “m” y “w”: parecen iguales, pero tienen forma y sonido completamente diferentes. Es un problema común que se produce en las primeras etapas de la escritura, hasta los siete años, aproximadamente. Por este motivo, no tiene por qué estar relacionado directamente con la dislexia o dificultades con el procesamiento visual.

Hay distintas maneras para ayudar a los alumnos a superar esta dificultad. No son soluciones rápidas, porque requieren tiempo y dedicación, pero con la repetición continuada se puede corregir este error. Al final, la experiencia les demuestra que el desliz al escribir la letra modifica el significado y corrigen la situación. Pero deben darse cuenta y para ello existen diferentes ejercicios a lo largo del proceso de aprendizaje. En este sentido, es importante que la solución se trabaje lo antes posible para evitar que el problema se consolide.
La primera propuesta de ejercicios es que el alumno escriba los pares de letras correctamente (en particular “b”, “d”, “p” y “q”) y centrarse en una en concreto e ir practicando antes de introducir la siguiente. De esta forma logramos que, al aislar cada letra, resulte más fácil verlas individualmente, en lugar de reflejos de la misma.
Otra forma divertida es el uso de pistas visuales, es decir sacar las letras de la página para que así se vea en otro contexto. Una manera de hacer esto es usando sus manos. Pueden trazar las letras sobre papel de lija o escribirlas sobre arena, o con crema de afeitar.
También el uso de materiales multisensoriales, como la pintura, la arcilla o el pegamento con brillo son útiles para enseñar las formas de las letras. Es decir, pueden escribir la letra con sus dedos mojados con pintura, moldear su contorno con arcilla o decorarla. De este modo hacemos que el aprendizaje de las letras sea una tarea divertida.
Otra posibilidad es con la forma que recrea nuestra boca al decir la letra. Como, por ejemplo, cuando haces el sonido de la letra “b”, la boca se dobla en una línea, al igual que la columna vertebral de la letra. Cuando suena ‘d’, su lengua está curvada como la curva de la letra.
Es interesante la mezcla de estos ejercicios para acabar de consolidar la corrección. Por ejemplo, cuando el niño dibuje la letra, puede decir en voz alta su sonido. Así fijará en su memoria el contorno del carácter y su sonido.