Tabletas, portátiles, robótica, drones ... Es cierto que la tecnología tiene una presencia
cada vez mayor e importante en el aula. Sin embargo, existe un instrumento milenario de cálculo que
algunos centros escolares están recuperando por sus importantes beneficios para
los estudiantes: el ábaco.
Es muy probable que ya en la antigüedad,
el hombre primitivo hubiese desarrollado instrumentos y mecanismos de conteo
rudimentarios. Con una tradición milenaria, se cree que el ábaco es un instrumento contable de
origen chino cuya utilización se encuentra muy extendida junto a Japón. Lo cierto es que de unos años a esta parte, el
ábaco ha comenzado a rescatarse en nuestro país tras confirmar sus notables
beneficios.
Así lo confirman varios estudios como el
que la investigadora K.Vasuki (de la India) realizó hace unos años bajo el
título ‘Impacto
del aprendizaje de la aritmética mental con ábaco en las habilidades cognitivas
de los niños’. También cabe apuntar el trabajo
que un grupo de profesionales de la Universidad de las Islas Baleares llevó a
cabo para analizar y comparar los beneficios cognitivos entre los alumnos que
reciben una enseñanza tradicional de las matemáticas y los que emplean el ábaco
para operaciones de cálculo matemático.
¿Por
qué hay que utilizar el ábaco?
El listado de los beneficios educativos
de este instrumento es bastante amplio, teniendo que destacar cómo el alumnado logra desarrollar una mayor
y mejor flexibilidad cognitiva, atención y habilidad a la hora de completar
operaciones de cálculo matemático mental.
El ábaco, además, ayuda
a fomentar la creatividad y la memoria de los estudiantes, que también mejoran su capacidad de concentración,
orientación espacial, formación de conceptos, resolución de problemas…
Pero las ventajas no acaban aquí, pues
se ha comprobado que puede utilizarse para trabajar la memoria fotográfica
visual y la atención plena, al tiempo que se produce un incremento de la
capacidad de razonamiento y mejora de la motricidad fina.
Operaciones
que se realizan con el ábaco
Se completan diferentes operaciones
matemáticas y las actividades que pueden realizase con este instrumento
incluyen el reconocimiento
de los números que se representan y
comprender cómo estos números –en función de la posición de las cifras- cambian
de valor. De igual forma, también se puede emplear para descomponer números, representar
procesos de cálculo mental, trabajar la comprensión de las operaciones de la
suma y la resta… ¿Buscas actividades de numeración con
dos cifras? En Orientación Andújar encontrarás un ejercicio que será de tu interés.