Abraza a tu hijo
varias veces al día para que pueda crecer sano
Necesitamos abrazos. Más de lo que
imaginas. A menudo pasan los días y la vorágine del tiempo nos absorbe por
completo. Y pasan las horas y pasa el día y no llegan los abrazos. Tampoco
para nuestro hijo. Las clases, las actividades extraescolares. ¿Le diste algún
abrazo hoy? Los abrazos, como sorbitos de la mejor
medicina, llegan directamente al cerebro. ¿Sabes cuántos abrazos necesitaría tu
hijo para fortalecer su cerebro? ¿Uno?¿Dos? ¡12! Te explicamos por qué
el cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día.
La razón de por qué el
cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día
Sí, se puede vivir sin abrazos. No es
que el abrazo sea indispensable para seguir respirando. Tampoco lo son los
besos ni las caricias. Pero.. ¿imaginas una vida sin todos ellos?
Los abrazos, sí, los abrazos, son
indispensables para la otra salud, la salud mental y emocional. La
ciencia consiguió demostrar su enorme poder sobre el cerebro. El abrazo
consigue liberar hormonas que producen bienestar. Pero, ¿cuál debe ser
la dosis de esta eficaz medicina? ¿Cuántos abrazos al día necesitamos?
La conocida psicoterapeuta
estadounidense Virginia Satir, afirmó: “necesitamos cuatro abrazos
diarios para sobrevivir. Ocho abrazos diarios para mantenernos y doce
abrazos diarios para crecer”. Puesto que los niños están en continuo
crecimiento, está claro que un niño necesita 12 abrazos al día.
Los abrazos aportan a tu hijo
estabilidad emocional y mejoran sus salud mental. ¿Cómo? Analizamos cómo
afecta a nivel físico y emocional un abrazo a nuestros hijos:
1. Activan los receptores de la piel y
aportan serenidad: El primer contacto del abrazo es con la piel. Automáticamente se
activan los receptores de la dermis conocidos con el nombre de corpúsculos de
Pacini. La presión sobre estos receptores estimula el nervio vago, conectado
con el cerebro y encargado entre otras cosas de regular la presión sanguínea.
Es decir, que la suave presión de un abrazo consigue regular la presión
arterial y calmar a quien está nervioso o
sufre estrés.
2. Libera dopamina, la hormona del
placer: Los abrazos liberan un neurotransmisor (un mensajero químico del
cerebro) llamado dopamina, que ejerce un gran poder de alivio contra el estrés. La dopamina
también se le conoce como la 'hormona del placer'. También está relacionada con
la creatividad y la capacidad de relacionarse o sociabilizar con los
demás.
3. Libera oxitocina, la hormona del
amor: Una de las hormonas que entra en juego mediante los abrazos es la oxitocina,
sí, esa hormona tan importante durante el parto y nacimiento de un bebé. La
oxitocina se la conoce como 'la hormona del amor'. Responsable de generar
confianza hacia una persona.
4. Reduce el nivel de cortisol en
sangre: El cortisol se relaciona con los niveles de estrés. Evidentemente,
nadie quiere tener índices altos de cortisol. Un estudio del Advanced
Telecommunications Research Institute International de Kioto consiguió
demostrar que los abrazos reducen de forma inmediata los índices de cortisol en
sangre.
Qué siente un niño
cuando le abrazan
¿Recuerdas qué sentías durante tu
infancia cuando alguien te abrazaba? Tal vez una mezcla de todas estas sensaciones. Es lo que siente
un niño cuando le abrazan (también válido para los adultos):
- Se siente querido.
- Siente fortaleza.
- Siente seguridad.
- Mejora su autoestima.
- Siente felicidad.
Sin duda, tenemos muchísimas razones
para abrazar a nuestro hijo no una vez, sino varias veces al día. Reserva
algunos segundos, no necesitas mucho tiempo. Y no dejes que pase un un sólo día
sin darle un abrazo fuerte y amoroso.