Para las familias
las inquietudes serán otras, deberes, mayor carga de libros, nuevos profes y
las dudas habituales sobre la preparación y madurez de nuestros hijos. Debemos
ser conscientes de que estos van a pasar de la etapa pre operacional de
Piaget en la que representan el mundo con imágenes y donde reina la
fantasía, a la fase de las operaciones concretas, que se inicia
sobre los 6 o 7 años. En ese momento empiezan a clasificar las cosas, a tener
razonamientos más lógicos y fundamentados. Veremos que se aficionan a las
colecciones de objetos y que empiezan a razonar problemas matemáticos
sencillos.
Todos estos cambios
no surgen de un día para otro. En el colegio existen los “Planes de
transición”, y son un conjunto de actividades que se habrán hecho al final
de la etapa de Infantil y seguirán ahora cuando empiece Primero
de Educación Primaria. Estamos hablando de visitar las clases de cursos
superiores, jugar unos días en el patio de los mayores o conocer ya a muchos de
los maestros que tendrá ya en septiembre.
Los niños de
Educación Infantil están acostumbrados a moverse más por el aula, a trabajar
por rincones y a tener más tiempo para almorzar. En la clase de Primero los
docentes, guiados por esos planes de transición, suelen dejar momentos en clase
para que estos puedan relajarse, al igual que empiezan a almorzar en clase un
poco antes, y la metodología se adapta para que todos los alumnos se sientan
cómodos y centrados.
Cómo podemos ayudar los padres en
esta transición
1.
Ayudar a que mejore su atención y ejercite la mente
Unos recursos muy
interesantes y que ayudarán a vuestro hijo a permanecer más tiempo sentado, y
también a respetar los turnos y mejorar su atención, son los juegos de
mesa. Aprovechad el tiempo libre para jugar con ellos al parchís (y
repasamos los números), a la oca o a juegos sencillos de cartas. Existen
infinidad de juegos con los que los niños aprenden a perder (no os dejéis ganar
siempre, por favor), a respetar turnos, a permanecer atentos, a contar, a
aceptar las normas sociales, además repasan vocabulario y desarrollan un sinfín
de habilidades necesarias.
2.
Reforzar la lectura
Otro aspecto que
genera incertidumbre es la lectura. El hecho de que un niño
todavía no lea, supone un motivo de preocupación para muchas familias. Sin
embargo, lo primero que debemos recordar es que la educación no es
obligatoria hasta Primero de Primaria, por lo que, ‘legalmente’, ningún
alumno debe hacerlo de una manera forzada. Si vuestro hijo no tiene la lectura
consolidada os recomiendo empezar con cosas sencillas. Muchas veces le resulta
más fácil leer la palabra “leche” en el brick mientras desayuna, o “María” de
la caja de las galletas. Por las noches podemos utilizar algún libro, es mejor
que sea uno que a él le guste, que lo conozca y que sea importante para él. En
caso de comprar libros, mi consejo es recurrir a la poesía, sus textos son más
ligeros y cortos, por lo que no se cansan tan rápido de leer.
3.
Motivarlos a la hora de hacer los deberes
Respecto a los
deberes, no juguéis a ser adivinos y decirle que va a tener muchas
tareas, exámenes y controles. Es innecesario. Cuando lleguen esos trabajos
de refuerzo en casa lo importante será que vosotros, como adultos, le enseñéis a
organizar el tiempo para poder hacerlos. Tratad de que vuestro hijo lo vea como
una oportunidad de aprender con su familia. Si sois capaces de ayudarlos a
hacer esos deberes con una sonrisa, con algún juego, y libres de negatividad,
estaréis sembrando una importante semilla para que los niños no lo vean como
algo tedioso en el futuro. Un error muy común, si tenéis un grupo de Whatsapp con los padres de la clase,
es preguntar dudas sobre las tareas que tienen que hacer los niños, recordad
que son ellos los que deben ir asumiendo responsabilidades y convertirse en
personas autónomas. Si les facilitamos el trabajo, se acomodarán.
4.
Trabajar los hábitos de autonomía personal
En el hogar
también tenemos que dejar que nuestros hijos asuman nuevos roles,
como empezar a vestirse solos por la mañana. Esto debemos empezar a trabajarlo
cuanto antes, puesto que cuando vuelvan al cole se deben levantar antes y
nosotros tendremos menos tiempo para ello. De igual manera deben empezar a
hacerse la cama y desayunar sin ayudas aunque se manchen. Piensa que los
hábitos de autonomía personal es mejor trabajarlos durante las vacaciones para
que al inicio del colegio ya estén consolidados.
5.
Atender las indicaciones de los docentes
Por último, las
familias pasamos de tener un tutor de Infantil, que en muchos casos nos
informaba de manera pormenorizada de todo, a tener ahora varios maestros. A
veces podemos quedarnos con la sensación de que recibimos menos
información en Primaria que en Infantil. Es importante que las familias nos
concienciemos de que nuestros hijos deben asumir, poco a poco, más
responsabilidades. Por ejemplo, si antes el profesor nos enviaba una nota
informando de que se debía llevar una cartulina, posiblemente ahora sea él el
que tenga que copiar de la pizarra esa nota en su agenda escolar. Es muy
importante que los padres vayamos a las reuniones con los docentes, que sigamos
sus pautas, y que cuando tengamos dudas se las planteemos.
Finalmente recuerda
que todo depende de cómo nos adaptamos nosotros a los cambios, y si los padres
lo vivimos como algo normalizado nuestros hijos también lo verán así, porque
somos sus referentes a seguir, y a imitar.
Francesc
Vicent Nogales Sancho
Maestro y 3er mejor docente de España en Primaria, Premios Educa Abanca 2018
Colegio San Enrique (Quart de Poblet, Valencia)
https://saposyprincesas.elmundo.es/educacion/educacion-colegio/paso-de-infantil-a-primaria/
Maestro y 3er mejor docente de España en Primaria, Premios Educa Abanca 2018
Colegio San Enrique (Quart de Poblet, Valencia)
https://saposyprincesas.elmundo.es/educacion/educacion-colegio/paso-de-infantil-a-primaria/
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