Cualquiera que tenga niños pequeños sabe
que tenerlos encerrados en casa puede ser un auténtico desafío. Sin embargo, en
este caso el desafío va un poco más allá. Las experiencias de Wuhan y otras
regiones que ya han pasado las primeras semanas de cuarentena nos
dicen que esta situación puede llegar a tener un impacto psicológico en muchas
personas y también en los niños. Mañana publicaré un post centrado en los
adultos, pero hoy me centraré en los niños.
Aunque los niños son más resistentes que
los adultos a los efectos psicológicos de la cuarentena no son totalmente
inmunes. El aislamiento, la falta de juego libre y ejercicio físico puede
provocar más estrés, peleas entre hermanos y en el medio plazo incidir en el
estado de ánimo de los niños.
El cambio de rutinas, las noticias que
escuchan o las imágenes de los noticieros pueden tener un gran impacto
emocional en los niños más sensibles. En este artículo os explico algunas
medidas básicas pero importantes para ayudar a los niños durante este
proceso.
¿Qué síntomas podemos
notar en los niños?
Aunque en un primer momento pueda
parecer emocionante pasar unos días sin cole, los niños pueden
experimentar todo tipo de síntomas en relación a la cuarentena.
Salir de casa a diario, tener rutinas, aprender, jugar con compañeros, correr y
saltar son necesidades básicas de los niños y cuando no están cubiertas, el
niño puede experimentar todo tipo de síntomas.
Los niños que de por sí tienen mucho
carácter pueden experimentar más rebeldía, más dificultades para seguir las
instrucciones que les damos y una mayor tendencia a responder de malas formas.
La mayoría de niños demostrarán los síntomas de la falta de estructura como
aburrimiento, cambios de humor y más peleas entre hermanos.
Los niños más sensibles pueden
experimentar alteraciones del sueño tales como pesadillas y terrores
nocturnos. Pueden acudir a nuestra cama con más frecuencia de lo habitual
durante la noche o simplemente se pueden mostrar más llorosos. En algunos
casos, es posible que verbalicen preocupación y angustia acerca
del virus.
¿Cómo podemos actuar?
Establece una rutina
diaria
Los niños acusan la falta de
rutinas porque estas les permiten saber lo que va a ocurrir y les
ayuda a estar más tranquilos. Fija un horario en papel que pueda ayudarles a
saber lo que va a ocurrir. Les facilitará sentirse más tranquilos y pasar de
una tarea a otra sin tanto esfuerzo por tu parte.
Aquí os dejo un ejemplo sencillo de una
rutina que ayudará tanto a los padres como los niños a saber
cuando y qué toca hacer en cada momento. Aunque ni los padres ni los niños
somos robots, así que un cierto grado de flexibilidad es importante todo si hay
alguna actividad que merezca la pena y que nos ayude a mantener un buen estado
de ánimo.
Los niños necesitan
disciplina
Los niños necesitan además de
amor, disciplina para sentirse seguros. Hacerse la cama cada mañana,
recoger su cuarto, preparar el desayuno y mantener el cuarto de los juguetes
ordenado son tareas sencillas y asequibles para niños a partir de los 2 o 3
años, que les ayudará a sentirse satisfechos y centrados. Eso sí, la
disciplina siempre hay que implementarla de forma positiva.
Utiliza el arte como
terapia
Dibujar el virus uno o dos días por
semana les va a ayudar a canalizar su miedo y preocupación. El
simple hecho de poder ver su miedo en un papel, fuera de sus emociones ya les
ayudará. Si además utilizamos el dibujo para hablar un poco del virus el ejercicio
será mucho más efectivo.
Podemos hacer preguntas sencillas como
“Explícame cómo es el virus que has dibujado” “¿Y estos dientes?” “¿Te da
miedo?” “¿Qué es lo que te asusta?”, que ayudarán al niño a expresar
verbalmente sus sentimientos. Si tenemos plastilina en casa podemos también
hacer la forma del virus y luego jugar a aplastarlos como una catarsis
contra el miedo que ayudará al niño a sentirse poderoso.
Música para no parar
de cantar
Los más pequeños no pueden
dibujar pero sí que pueden cantar. Utiliza canciones infantiles para
transmitirles rutinas y confianza. Las canciones son repetititvas por
naturaleza y esa repetición de patrones conocidos dará al niño seguridad. Así
que todos los días una pequeña sesión de “musicoterapia” será muy terapéutico.
Utiliza las
tecnologías
La televisión, el video juego o la
tablet pueden ser un gran aliado en una situación como esta. Se que siempre os
digo que durante los primeros 6 años de vida los niños no deberían tener
mucho contacto con los dispositivos electrónicos, pero ante una situación así
hay que utilizar todos los recursos disponibles.
Durante la mañana los niños tienen más
energía lo que les permitirá mantener un buen estado de ánimo casi
sin ayuda. por lo que sería buen momento para aprovechar para hacer actividades
más interactivas. Por la tarde es cuando estarán más cansados y
aburridos por lo que yo dejaría esta sesión de pantallas para por la
tarde.
Evita ver las noticias
con los niños
En cada noticiero se muestran imágenes
y palabras que pueden tener un impacto psicológico en los niños. No
necesitan conocer el recuento diario de muertos ni ver imágenes de abuelos como
los suyos intubados. Es importante que vosotros estéis informados pero
hacedlo en momentos y lugares en los que los niños no estén presentes.
Aumenta tu
tolerancia
Los niños, al igual que los adultos
pueden mostrarse más nerviosos durante los días en los que estemos en
cuarentena. Es importante que aumentemos nuestro umbral de tolerancia
ante los comportamientos de los niños. Para esto es importante
comprender lo que pueden hacer, el efecto que la inactividad tiene en ellos,
manejar estrategias para gestionar situaciones difíciles pero también ser
capaces de desconectar y tomarnos un respiro. Todo ello son estrategias
de comunicación y educación positiva básicas que todos los padres
deberíamos manejar.
Toma control sobre las
discusiones y peleas
La irritabilidad puede retroalimentarse
o apaciguarse. Las peleas entre hermanos pueden ser algo relativamente normal
en un día cotidiano y también en situaciones especiales como esta. Sin embargo,
pueden ir a más y generar un estado general de irritabilidad y malestar.
Intenta ser tolerante pero también poner límites y normas antes de que se
conviertan en una dinámica habitual durante la cuarentena. Sólo conseguirán que
el ánimo de toda la familia se venga abajo. Si ves que son muy
frecuentes, comienzan pronto en el día o van en aumento, es momento de
tomar el control.
Contacto con los seres
queridos
Los niños no saben lo que pasa
fuera de su casa y les puede producir cierto miedo o incertidumbre.
Una llamada de teléfono o incluso una vídeollamada con los abuelos, los tíos o
sus amigos les va a ayudar a mantener contacto diario con personas que les
transmiten amor, seguridad y confianza. Programad cada día una o dos
videoconferencias para mantenerlos entretenidos y mantener
cierta sensación de tranquilidad.
Tómate un respiro
Durante las próximas semanas el
contacto con tus hijos va a ser muy intenso y por eso, tus hijos
necesitan que te tomes un respiro. Aunque pueda parecer paradójico cuánto más
continuada sea la atención a tus hijos menos conexión emocional sentirás por
ellos. Dicho de otra forma. Cuanto menos tiempo te dediques a ti misma o a ti mismo, más
separación emocional o frustración sentirás y más resentida estará la
relación con tus hijos. Toma turnos con tu pareja o simplemente establece una
hora al día para que tus hijos vean la televisión. Aprovecha ese rato para
desconectar, para leer un libro o simplemente tumbarte en la cama a descansar.
Haced planes
especiales
Al igual que los adultos los niños
necesitan estímulos positivos e ilusión para mantener un ánimo positivo. Establece
actividades especiales como preparar una pizza juntos, hacer una
cabaña o ver una película en familia para mantener la moral de toda la familia
alta. Si puedes planifica todos los días una actividad especial, prográmala
para el día siguiente y coméntala con los niños. Así se irán a la cama
ilusionados y se despertarán con un objetivo positivo para el día que
comienza.
Espero que todas estas pautas os ayuden.
Por favor, no dejéis de escribir vuestros comentarios y
compartidlo con aquellas personas que creáis que pueden ayudar. Yo seguiré por
aquí informando y ofreciéndoos estrategias, juegos y actividades que os ayudan
también a vosotros a mantener la moral bien alta.
Por Álvaro Bilbao. Autor de El cerebro del niño explicado a los padres.
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