Buenas tardes.... y a ver si cogemos carrerilla......
Para hoy os dejo un artículo sobre como utilizar los libros infantiles para que los niños además de aquirir el hábito de la lectura y conocer y manejar los libros, aprendan fijádose en ellos hábitos de la vida cotidiana que poco a poco tienen que ir adquiriendo.
Os dejo con este pequeño artículo de la página de Boolino. Espero que os sirva.
Un saludo.
El sueño, los pañales,
lavarse los dientes... ¿Ya sabes cómo explicárselo?
Aprender a leer es uno de los mejores
regalos que podemos darle a un niño. Por eso muchos padres tratan de estimular
la lectura a muy temprana edad. No hay que obsesionarse. Presionar a los niños
puede ser contraproducente.
Pero aunque nuestros pequeños no sepan leer, eso no quiere decir que no
puedan empezar a tener una relación con los libros. Y si esa relación es
entretenida, será muy fácil que su interés por la lectura se adelante en el
tiempo y aprendan antes, por su propio interés y porque desde bebés ya hayan
asociado buenas sensaciones al hecho de abrir un libro.
Y es que un libro puede disfrutarse aún sin necesidad de ser leído. Por eso
muchas editoriales infantiles apuestan por libros repletos de dibujos y
texturas para que los más pequeños se vayan familiarizando con el formato del
libro. Además, estos libros facilitan el vínculo especial entre lector y
oyente, pues los padres u otros adultos pueden leer el texto mientras que el
niño juega con los materiales del libro que capten su interés.
En los tres primeros
años de vida, el bebé tiene que ir cambiando algunos hábitos para adquirir
capacidades que sienten las bases de su futura independencia. Esto es
particularmente importante en lo referido a los hábitos de limpieza. En este
sentido, la higiene dental suele ser un hábito difícil de inculcar para muchos
padres. Toda ayuda es poca y sabemos que muchas veces es más fácil convencer al
niño con juegos que con imposiciones.
Por eso el libro Cómo enseñar a tu cocodrilo a lavarse
los dientes (editorial Bruño) cambia el punto de
vista del niño y hace que se sienta él el responsable de aprender.
Un libro no es solo el soporte de la lectura. Puede ser mucho más,
especialmente para los niños. Por eso, el uso de libros antes incluso de que
sepan leer, es una poderosa herramienta para su aprendizaje y aumentará su
interés en aprender a leer en el futuro inmediato.
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