Buenos días ......
Os dejo este pequeño texto sobre la situación que se nos da en muchas ocasiones, cuando algunos de los pequeños hace algo que no debiera y "le obligamos" a pedir perdón o disculpas.....
La verdad que es interesante... y a mí me ha pasado muchas veces: aquel niño/a que está constantemente pegando, o hace de forma continuada algo malo a un compañero y le decimos que pida perdón o disculpas.... y no es que esté mal, sino que quizás este incompleto y por ello es necesario que le planteemos la situación, dialoguemos con él, hacerle ver lo que ha hecho mal y como se siente su compañero/a, ponerle en la situación del otro... difícil que lo entienda... pero no por ello debemos dejar de hacerlo.....
Espero que sirva.....
Qué hacer en vez de
obligar a los niños pequeños a pedir disculpas
Texto de Michelle Woo traducido
y adaptado al español
Cuando recorría diferentes preescolares para mi hija, visité
uno donde pude observar a los niños jugando en el patio. Mientras subía por la
escalera en el tobogán, un niño accidentalmente pisó el dedo de una niña y ella
comenzó a llorar. Lo que pasó después me dejó asombrada.
El niño, que tenía 3 años, se acercó a la niña, la miró a los
ojos y le preguntó: "¿Estás bien? ¿Puedo traerte una toalla húmeda?" Ella se secó las lágrimas, negó con la cabeza y ambos
volvieron a jugar.
Miré a la directora de preescolar, como diciendo, eh, ¿qué
fue eso?
- No hacemos que los niños digan 'lo siento' - me explicó
ella. La palabra no significa mucho sin una acción para ayudar a mejorar las
cosas.
Fue muy diferente a lo que estaba acostumbrada a ver entre
los padres, quienes tienden a forzar las disculpas de sus hijos por cada choque
accidental, golpe, o derribo de una simple pieza de Lego. Por lo general, le
dirigen una mirada dura al niño y le dicen: "Hey, ¿cómo se dice?".
Entonces, cuando el niño murmura un "perdón" robótico, ¡todo está
bien! ¡Modales! ¡Les estamos enseñando!
Pero ese comportamiento podría casi no tener sentido, escribe
Heather Shumaker en su libro titulado "Está bien no compartir y otras
reglas renegadas para criar niños competentes y compasivos".
A los niños les encanta la palabra "lo siento",
explica Shumaker, ya que mágicamente los libera del problema. "Es un poco
como enseñar a los niños a ser conductores que atropellan y arrancan",
dice. El problema con la solución del "lo siento", es que muchos
niños pequeños, digamos en edad preescolar, no han alcanzado una etapa de
desarrollo moral en la que realmente sean capaces de sentir arrepentimiento,
por lo que los padres pierden una oportunidad clave para enseñar verdadera
empatía.
Cada niño es diferentes - puedes tener un niño que madure
antes - pero la mayoría de los niños simplemente carecen del desarrollo emocional
y cognitivo para sentir remordimiento en etapa prescolar. El remordimiento
requiere la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona y comprender
completamente la causa y el efecto. Estas habilidades aún están surgiendo en
niños pequeños. Esperar que digan "Lo siento" no les enseña nada más
que una mala secuencia: patear, decir "Lo siento", seguir. En cambio,
los padres pueden ayudar a los niños a desarrollar compasión moral al explicar
que sus acciones tienen consecuencias, mostrándoles que pueden hacer algo para
mejorar las cosas y modelando formas de usar la palabra "lo siento"
de forma significativa.
Para los accidentes del día a día, Shumaker ofrece estos
pasos:
- Traer al niño cerca: A veces, cuando los niños creen que
están en peligro, huyen, explica Shumaker. Si esto sucede, puedes rodear al
niño con un brazo y decir algo como "Necesitas volver aquí. Callie se
lastimó. Incluso si no quisiste hacerlo, se lastimó y tienes que volver".
- Dígale al niño que causó el accidente lo que sucedió, y sea
específico: Incluso cuando lo que sucedió parece obvio, es necesario aclararlo
para un niño pequeño. Indique los hechos. "Tu carrito de compras pasó
sobre su dedo del pie". "Tu mano golpeó la taza de agua derramándola
sobre su pintura". "Estabas bailando y tu brazo le golpeó la
cara".
- Describe lo que ves: Examinar los hechos ayuda a los niños
a desarrollar empatía. Enfatice las consecuencias de sus acciones para el otro
niño (o adulto) y sea específico: "Mira, está llorando. Hay un arañazo en
su brazo. Le debe doler".
- Sea un modelo de empatía para el niño lastimado: Pregúntele
al niño: "¿Estás bien?"
- Ayúdele a tomar acción: Mientras los niños pequeños no
pueden entender completamente el remordimiento, son muy buenos para tomar
acción. Pueden correr para agarrar un parche curita o una compresa de hielo, o
ayudar a limpiar el desastre que hicieron. Ayúdalos a asumir la
responsabilidad.
- Ser un ejemplo de alguien que se disculpa en su propia vida:
Eventualmente, queremos que los niños aprendan a decir "lo siento".
Pero en lugar de obligarlos a decirlo, es más efectivo que les demos el
ejemplo, diciendo "lo siento" cuando nosotros nos equivocamos. Solo
asegúrate de que tus propias disculpas sean sinceras. Eso significa, reconocer
las consecuencias de tus acciones y tomar medidas para mejorar las cosas. Por
ejemplo: "Lo siento, olvidé traer tu oso de peluche a la escuela y lo
extrañaste durante la siesta. Lo estoy anotando en mi lista, así que lo
recordaré la próxima vez".
Siguiendo estos consejos, pronto los niños dirán "lo
siento" de forma espontánea, y lo dirán porque realmente lo sienten.
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