Buen fin de semana...
Hoy os traigo un articulo que recogí hace tiempo, sobre la sobreestimulacion que le damos a nuestros hijos, y ya no sólo en niños de Primaria con la asistencia a clases de un lado para otro, para que aprendan guitarra, lleguen ser grandes futbolistas o nadadores, o se conviertan en informáticos bilingües, sino también en los niños más pequeños... por ello estoy totalmente de acuerdo en muchas de las frases que se dicen en el artículo.
cierto es que podemos ayudar a la naturaleza, ofrenciéndolos estímulos, materiales, situaciones, experiencias... de calidad y novedosas para ellos, pero siempre desde el apego positivo y la cercanía a nuestros hijos, respetándolos y comprendiéndolos. como digo muchas veces: "dejemos que la naturaleza siga su curso".
Un saludo a todos y todas.
POR IRENE RODRÍGUEZ S.
La estimulación temprana ayuda, pero el exceso de clases, horarios y exigencias
de maestros pueden frustrarlo y acallar su capacidad de innovar
“Si usted quiere tener un niño inteligente y creativo, dele tiempo para
aburrirse; de ahí salen las mejores ideas. No lo tenga todo el tiempo en
clases, o en clubes de deportes o de artes, en los que está sometido a horarios
y tareas estructuradas. También permítale disfrutar de ratos en que no tenga
nada que hacer en particular. Será cuando ponga a prueba su creatividad para mantenerse
entretenido con lo que tiene a su alrededor”.
La psicopedagoga Laura Ureña es de la misma opinión: “La sobreestimulación es
una castración creativa. Estimular a los niños está bien, pero todo tiene sus
límites. Los niños no pueden vivir expuestos a un sistema donde todo se les
califica desde que son bebés, se les exige perfección y no se les permite
jugar”, señaló.
Para Acosta, algo que deben tomar en cuenta los padres es que, aunque la
estimulación sí ayuda, no es determinante para el éxito en la vida adulta.
“Cuando usted va a una entrevista de trabajo, nadie le pregunta a qué edad
aprendió a caminar. Por eso, no tenemos que forzar a nuestros niños”,
sentenció.
“Los chicos se sobrecargan y se enferman. Cuando la estimulación es demasiada y
son muchas las órdenes, las actividades y el tiempo estructurado con tal de
aumentar el ritmo del aprendizaje, aumenta la ansiedad en el menor”, dice
Ureña.
La ‘dosis’ correcta. ¿Qué hacer entonces? Tanto Acosta como Ureña son defensoras de una tendencia llamada “crianza con apego” o “crianza respetuosa”, que busca, primero, establecer un vínculo fuerte con el menor y que los papás pasen más tiempo con ellos, que haya más contacto físico y cero gritos, golpes o castigos.
En esta tendencia, lo ideal es que la madre o el padre se mantengan con el hijo
el mayor tiempo posible; sin embargo, eso no siempre es posible, pues la
mayoría de los hogares necesitan de ambos salarios.
“Si lo van a dejar viendo televisión todo el día y sin muchas posibilidades de
jugar, no es buena idea que se quede con los abuelos”, comentó Acosta.
Ellas no son las únicas en apoyar este tipo de enfoque. El pediatra español
Carlos González es defensor de este estilo de crianza y de que la estimulación
fluya de manera natural, porque esto hace menores menos frustrados y más
creativos.
“La primera infancia es, probablemente, la época más determinante en lo que a
desarrollo emocional se refiere. Los niños también se estresan, y cuanto más lo
hagan de pequeños (llorando sin ser atendidos o sintiéndose solos, por
ejemplo), peor gestionarán el estrés y la ansiedad en la edad adulta y peor
autoestima tendrán”, sostuvo González en una entrevista con la cadena
Televisión Española (TVE).
Nuevas tendencias en materia de centros educativos infantiles, proponen tratar
al niño como lo que es: un ser humano que nace competente para aprender, para
relacionarse y para vivir; esto es, niños que sean investigadores activos,
creativos y críticos, que aprenden por medio del juego.
Este enfoque ve la educación como un proceso continuo y constructivo, pero no
lineal. Se valoran los tiempos de los niños, su individualidad y su diversidad,
así como sus relaciones con la familia, docentes, materiales y ambiente.
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