Los Reyes Magos tienen una historia de miles de años de antigüedad. Aunque,
al igual que Papá Noel, han experimentado diferentes
transformaciones a lo largo del tiempo. De hecho, los Reyes Magos no
siempre fueron tres, aunque todas las versiones se remontan al mismo hecho: el
nacimiento de Jesús de Nazaret.
¿De dónde venían los Reyes Magos?
En los
Evangelios se menciona que llegaron unos “magos” desde países extranjeros para
rendirle homenaje al recién nacido y entregarle regalos simbólicos. Sin
embargo, no se precisa que fuesen reyes y ni siquiera que fuesen tres, aunque
se supone ya que fueron tres los obsequios recibidos: oro (un presente que
normalmente se destina a los reyes), incienso (que se utilizaba para rendir
culto a Dios) y mirra (una sustancia con la cual se embalsamaba).
Por
otra parte, la palabra “mago” es muy antigua y en aquella época se utilizaba
para designar a los miembros del sacerdocio. De hecho, según la creencia
católica, estos magos eran representantes de otras religiones, consideradas
paganas en aquel entonces. Sin embargo, la palabra “mago” también significaba
hombres sabios, probablemente astrónomos que conocían el movimiento de las
estrellas, razón por la cual se apunta que fueron conducidos por una señal en
el cielo.
En los
Evangelios Apócrifos se indica que estos magos provenían de tres zonas
diferentes: Europa, Asia y África. Sin embargo, se trata tan solo de una
simbología, un intento de aunar las tres razas y los continentes conocidos en
aquella época. Ahora los historiadores afirman que es muy probable que
provinieran de una zona más allá de Tartessos (que hoy ocupa Andalucía). Por
tanto, el hecho de que los Reyes Magos provienen del Oriente es tan solo un
mito.
¿De dónde surgieron sus nombres?
Las
primeras referencias a los nombres de los reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar, se remontan al siglo V, entonces se denominaron Melichior,
Gathaspa y Bithisarea. En otro de los Evangelios Apócrifos se les nombra
Balthazar, Melkon y Gaspard.
No
obstante, las primeras imágenes de estos tres reyes y sus nombres se encuentran
en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena, Italia. Este friso
realizado con mosaicos representa una procesión que era conducida por tres
hombres vestidos a la usanza persa. Encima de sus cabezas se leían los nombres
que hoy conocemos.
Vale
aclarar que según la leyenda, los restos de los tres Reyes Magos se encuentran
en la Catedral de Colonia, en Alemania. Se trata del relicario más grande del
mundo occidental, y no es para menos porque esta imponente catedral fue
construida, esencialmente, para albergarla. Se afirma que el emperador Federico
Barbarroja fue quien llevó las reliquias desde Milán hasta Colonia.
Sin
embargo, tampoco podemos obviar que para los armenios no se trataba de tres
reyes sino de doce. De una forma u otra, con el paso del tiempo los países de
tradición católica decidieron unir la Epifanía con la fiesta de los Reyes
Magos.
Las costumbres vinculadas a los Reyes
Magos
En
muchos países los padres tienen la costumbre de dejar debajo del árbol de
Navidad los regalos para sus hijos. Lo hacen el día 5 de enero, para que los
descubran durante la medianoche o al día siguiente. No obstante, antes los niños
deben escribir una carta a los reyes para pedirles los regalos. En esa carta
también deben enumerar las virtudes y logros que acumularon durante el año
anterior y los hacen merecedores de los regalos. Además, deben dejarles dulces
a los Reyes Magos o poner un poco de agua y comida para sus camellos.
Si los
niños se han comportado bien, cuando despiertan encuentran los regalos, de lo
contrario encuentran carbón dulce, una golosina que tiene la apariencia del
carbón y está hecha a base de azúcar y agua. Hace décadas se solía cocinar un
pastel en el que se escondía un haba o una moneda de plata. La persona que
encontraba la sorpresa era denominada “rey judío” y debía encargarse de
organizar la fiesta de la noche. Hoy esta tradición continúa con el típico roscón
de reyes.
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